Otras personas deberían saberlo, dado que están en primera línea para darle apoyo, por ejemplo, si se produce un ataque, pero posiblemente desee elegir a quién decírselo.
Conocer la causa de su epilepsia y los desencadenantes de los ataques puede ayudarle y evitar situaciones que puedan generar incomodidad. Dependiendo de cómo se sienta física y emocionalmente, puede afectar a su bienestar, concentración o memoria y por tanto al proceso de aprendizaje. Gestionar su epilepsia y sus manifestaciones podría ayudar a mejorar cómo se siente, y recuerde que todo el personal del colegio y de la universidad están listos para apoyarle y aconsejarle sobre los temas clave que se haya perdido.
El estilo de vida de un adolescente es muy particular, pudiendo ser parte de esta etapa el trasnochar, exposición temprana al alcohol y a las drogas. Sin embargo, este también pueden considerarse una fuente de desencadenantes de ataques y puede afectar sustancialmente a su vida diaria. Comprender estas causas puede ayudar a evitarlas y contribuir al necesario equilibrio adecuado.
Conducir es uno de los grandes objetivos de los adolescentes, y obtener un carnet de conducir es un logro. Muchas personas con epilepsia pueden conducir, hay sin embargo precauciones de seguridad que deben entenderse, pudiendo ser necesaria una revisión de su estado médico. Si no puede obtenerse un carnet de conducir, hay disponibles otras opciones, como ir con amigos, coche compartido y transporte público.
La independencia puede también ser visible a través de un compromiso con un nuevo trabajo o un trabajo a tiempo parcial. Este paso no debería comprometer una vida personal saludable. Por tanto, si interfiere con un ciclo correcto del sueño o si implica más estrés para la vida cotidiana, puede incrementar el riesgo de ataques. En este sentido, deberá recordar siempre mantener un equilibrio, y limitar el número de horas de trabajo, o tener un buen equilibrio entre colegio y trabajo.